lunes, 29 de octubre de 2012

The Dead Day Projects

4 comentarios:

  1. Is interasting the proyects, I learn a lot I now that the DAY OF DEATH is IMPORTANT to Mexican people.

    All the proyects are nice and great.

    Valeria Chacón Díaz.
    Class of Inglish.

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  2. The Day Of Dead is beautiful because we celebrate all 1 and 2 of November.In my school JULES VERNE SCHOOL we do an exposition about Day Of Dead,and I'm happy because we
    learn about Day Of Dead and the exposition was very fun.


    FRANCISCO ALBERTO GUERRERO NUÑEZ.

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  3. The pictures are funny and show the Day of Dead , the weeper woman, chupacabras and explain the Mexican celebration.

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  4. La celebración en el mundo prehispánico
    Para los antiguos mexicanos, la Muerte no tenía las connotaciones morales de la religión católica, en la que las ideas de infierno y paraíso sirven para castigar o premiar. Por el contrario, ellos creían que los rumbos destinados a las almas de los muertos estaban determinados por el tipo de muerte que habían tenido, y no por su comportamiento en la vida.

    De esta forma, las direcciones que podrían tomar los muertos son:

    El Tlalocan o paraíso de Tláloc, dios de la lluvia. A este sitio se dirigían aquellos que morían en circunstancias relacionadas con el agua: los ahogados, los que morían por efecto de un rayo, los que morían por enfermedades como la gota o la hidropesía, la sarna o las bubas, así como también los niños sacrificados al dios. El Tlalocan era un lugar de reposo y de abundancia. Aunque los muertos eran generalmente incinerados, los predestinados a Tláloc eran enterrados, como las semillas, para germinar.

    El Omeyocan, paraíso del sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. A este lugar llegaban sólo los muertos en combate, los cautivos que eran sacrificados y las mujeres que morían en el parto. Estas mujeres eran comparadas a los guerreros, ya que habían librado una gran batalla, la de parir, y se les enterraba en el patio del palacio, para que acompañaran al sol desde el cenit hasta su ocultamiento por el poniente. Su muerte provocaba tristeza y también alegría, ya que, gracias a su valentía, el sol las llevaba como compañeras. Dentro de la escala de valores mesoamericana, el hecho de habitar el Omeyocan era un privilegio.

    El Omeyocan era un lugar de gozo permanente, en el que se festejaba al sol y se le acompañaba con música, cantos y bailes. Los muertos que iban al Omeyocan, después de cuatro años, volvían al mundo, convertidos en aves de plumas multicolores y hermosas.

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